La serpiente y el castillo
¿Sabéis eso que dicen de que hay que escribir memorias y coleccionar recuerdos? Pues en nuestro viaje a Český Krumlov escribimos una página de nuestra historia personal. Ni que decir tiene que se trata de nuestra ciudad checa favorita y que, tras el fiasco que sufrimos al visitar Praga, atestada de gente, fue como encontrar un oasis en el desierto.
Nosotros entramos en esta hermosa ciudad de la mejor forma posible: hallando de casualidad el mejor mirador de la ciudad, enfrente de un antiguo monasterio jesuita, reconvertido ahora en hotel de lujo. La panóramica de aquella ciudad medieval nos pareció impresionante y pudimos disfrutar en plena Semana Santa de la tranquilidad de dar un paseo por el casco viejo sin tener decenas de turistas por todas partes.
Český Krumlov es una ciudad con mucha historia y que la guarda perfectamente conservada en las esquinas y ventanas de esas casas y casones medievales que rodean los meandros de la serpiente que es el río Moldova.